Cuando mamá se va de viaje y no cocinan en mi casa, tengo que comer en la calle. Todos queremos encontrar ese sabor de casa en los restaurantes a los que vamos. Son pocos los lugares en donde puedes comer tranquilo sin preocuparte por el exceso de condimentos o por la higiene en la preparación. Eso, sin mencionar la comodidad que te pueden brindar algunos lugares de comida a la hora del sagrado almuerzo.
El restaurante "M&M" es uno de esos lugares que cuando comes sientes que estás como en casa, la comida preparada como la de mamá y la comodidad justa para el deleite de los platos preparados por la casa. Justina Chávez Pérez, es la dueña de este negocio, quien al comienzo fue iniciado por su hija Milagros y su pareja Marcos (de ahí viene el nombre M&M). Justina lleva siete años trabajando en el mismo lugar y en todo este tiempo ganó muchos clientes fijos que llegan a diario para almorzar.
Justina Chávez Pérez |
Trabaja todos los días sin descansar ni uno solo. Es el prototipo de la mujer peruana, trabajadora. Se levanta todos los días muy temprano y a las siete y media de la mañana ya está en su puesto preparando la comida que venderá horas más tarde. Germán Barturén es su esposo y acompaña todos los días en las labores del restaurante. Doña Justina se encarga de la cocina y don Germán se encarga de los comensales. Logran vender un promedio de cincuenta platos al día. Y a las cinco de la tarde están de regreso a casa.
La especialidad del restaurant "M&M" es la comida norteña. Ella me cuenta que usa muy pocos condimentos, es bajo en grasa y lo prepara con esos secretos de la abuela para que tenga el sabor de casa. Justina es de Cajamarca, de la provincia de Santa Cruz y llegó a Lima hace muchos años, poco a poco fue aprendiendo a combinar la comida norteña con la limeña. Es por eso que los platos que más salen son: cabrito a la norteña, seco con frejoles, pescado frito, y el infaltable cebiche, entre otros.
De izquierda a derecha: Luis Barturén, Germán Barturén y Justina Chávez Pérez |
El menú está seis soles y viene con sopa. El plato extra cuesta ocho soles. Los sábados y domingos trabaja con sus dos hijos, Luis y Milagros. Milagros trabaja con doña Justina en la cocina, y Luis está afuera con don Germán, sin duda, es un trabajo en equipo, un trabajo de familia. Si gusta probar de uno de sus platos, recuerde que son preparados con insumos de primera calidad. La encuentra en el cruce de las avenidas Postes con Las Flores, justo en toda la esquina del mercado "El Paraíso".
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