Antes trabaja en una academia pre universitaria muy conocida, y cada vez que acababa mi horario laboral siempre me tomaba un vaso de emoliente caliente y un pan con pollo en la carretilla que vendía en la esquina de mi ex trabajo.
Hoy, un año después fui nuevamente a comprar mi emoliente como en aquellos tiempos de locura. Quise conocer un poco más la historia de aquel hombre que siempre tenía un vaso caliente para calmar mis ansiedades de aquella época.
Hilario Almerco Valdivia |
Hilario Almerco ha trabajo en Chile por varios años desempeñándose como cheff. Acá en Perú trabajó preparando platos en el reconocido Hotel Westin de Miraflores. Es un hombre que trabaja con el apoyo incondicional de su pareja Edith Barreto Esquivel, quien acompaña eventualmente en el negocio que iniciaron.
En la actualidad, Hilario cuenta con una carretilla en donde vende emoliente en la misma esquina hace cinco años. "JULIANNETTE" es el nombre que le puso a su herramienta de trabajo en honor a sus dos pequeñas hijas, Julianna y Annette.
Una de sus clientes degustando un buen emoliente |
Sale de lunes a sábado desde las cuatro de la tarde hasta la media noche y deleita a todo el público con su emoliente preparado con hierbas medicinales y frutas. También vende pan con pollo, torreja, palta, queso, huevo, chorizo. Combinación perfecta para acompañar el humeante vaso de emoliente.
Diariamente logra vender mas de 150 vasos y 80 panes. La mayoría de personas que vive en la zona lo conocen, pues tiene un sabor único en sus preparados, sabor que no encontrará en otra parte. El precio del vaso de emoliente es un sol, el pan con cualquier rellenos, tiene el mismo precio.
Hilario en plena faena |
Sin duda, volver al mismo lugar donde despejaba mi mente de tantas emociones encontradas, me hizo revivir aquellos momentos del año pasado. Su emoliente es relajante. Lo invito a que vaya a disfrutar de su incomparable sabor. Lo puede encontrar en el paradero 15 de la Av. Próceres de la Independecia, justo en toda la esquina de la tienda de artefactos 'Lubelux'. Vaya y disfrute. ¡Está servido!
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