La esquina del sabor

Son varios años que por las noches voy a comer un rico y delicioso caldo de gallina. Especialmente en las épocas en que el frío azota nuestra ciudad. Siempre voy al mismo lugar, porque la sazón que encuentro ahí, sinceramente, no lo encuentro en otro lado. Además que ya me conocen y siempre me ponen la presa que me gusta.

Enrique Espinoza Neiva y su esposa Luz Pineda Loyola, llevan cuatro años en el mismo lugar. Ellos venden caldo de gallina y arroz chaufa, aunque pueden preparar en el acto un combinado, un aeropuerto o lo que el cliente solicite. Comenzaron con una pequeña carpa y hoy ya ampliaron el local. Los esposos son los encargados de preparar los platos para la gran demanda de pedidos que viven día a día.

Enrique Espinoza Neiva y Luz Pineda Loyola

Enrique y Luz cuentan con quince años de experiencia en la cocina. Juntos, llegan a vender hasta ciento veinte platos de chaufa y doscientos platos de caldo de gallina un fin de semana. Siempre sale con 'yapa' y los clientes llegan desde distintos puntos solo para probar su sazón. Pese a tener competencias directas en la zona, ellos saben como endulzar a sus comensales. Tienen el secreto.

En la época de verano lo que mas sale es el chaufa, el combinado y el aeropuerto. Todos estos platos se sirven con 'yapa' de caldo de gallina. Uno de los ingredientes que le da ese sabor especial al caldo es el kion y la papa amarilla que le pone doña Luz, seguidamente lo sirve con fideo al dente, huevo sancochado y la presa que uno guste.

Clientes degustando un sustancioso caldo de gallina

La preparación del arroz chaufa también su secreto en un concentrado que don Enrique prepara cuidadosamente. El combinado está ocho soles, el aeropuerto seis soles y el caldo de gallina y el chaufa cuestan cinco soles. Esta pareja emprendedora se ubicada en el cruce de las avenidas Los Postes con Las Flores de Primavera. Salen de martes a domingos de seis de la tarde a la media noche.

Caldo de gallina

Así que ya sabe, si no conocía de este warique, pues vaya y disfrute, que todo está servido. 

¡Buen provecho!